GLORIA Y HUMANIDAD...

Las mujeres y hombres de la tribu dejaron sus metales sobre la arena
y se unieron en torno al gran fuego, buscaron consuelo en la estrella polar,
añoraron instintivamente al mar y llamaron hermanos al Sol y a la Luna.
Intuyeron el lenguaje escondido en los elementos.
Y de uno y otro su inteligencia ancestral concibió herramientas con que trabajar.
Lo que les hizo lo que somos…
Miles de piedras brutas y talladas después,
cientos de muros, techos y columnas levantadas después…
Nacidas las estatuas de divinidades milenarias escondidas dentro de la roca
y por todo el planeta estos seres habían convertido a sus herramientas,
a las construcciones y templos hechos con ellas en símbolos para el aprendizaje y peregrinaje…
Descubrieron la llave al reino de las libertades, para en los siglos venideros pugnar por una única ciudadanía humana y elevar más allá de su propio cielo la aclamación de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
 

Constance. París. Inicios del 2006.

Que nadie se deje llevar por la fábula, los inmemoriales cuentos de espanto o las historias sobre inconfesables secretos capaces de resolver todas las preguntas y voluptuosidades del género humano. Lo que aquí se presenta (en humilde Renacimiento segundo) es la aspiración más profundamente occidental de la que se tenga noticia: la conciliación del mito y la razón, la reivindicación filosófica de la libertad para dudar de todo, la promesa moderna (casi industrial) de un progreso amante de la indignación y la emancipación.    

Este es el Triángulo Masónico Renacimiento II. Un nuevo lugar, bandera lanzada desde una batalladora Logia liberal de Madrid donde todavía se insiste en pensar al obrero a la vieja usanza: reflexión ilustrada y esperanzas de constructor y constructora. Y lo que viene a buscar este proyecto, con el mismo cuidado que tendríamos con el templado juego de té heredado de los abuelos o aquella manta empapada de lágrimas que supo sobrevivir a varías guerras, es plantar la semilla de una futura Logia masónica en la antigua y universitaria Salamanca. Es el comienzo de una ilusión, dedicación y paciencia, para dar testimonio liberal de nuestra presencia por estas doctas tierras.

Los ladrillos iniciales de este cometido son, como no podría ser de otra forma, la manera de trabajar de la R L Renacimiento de Madrid: la unión de aspiraciones, espirituales incluso, de mujeres y hombres iguales y un pensamiento crítico que suele llevarnos por insospechados derroteros. Hablamos de cierto deber nostálgico hacia un vitalismo expresado en los valores de la Ilustración (entendiendo por ésta una idea inacabada). Nuestra ingeniería de lo filosófico y lo social no busca otra cosa que contribuir, en ejercicio de nuestros valores de Libertad, Igualdad y Fraternidad, a la mejora cultural, social y material de aquellos lugares que nos ofrecen su hospitalidad.

En medio de estas queridas ponderaciones hemos venido a atracar aquí… a revivirlo todo desde el principio (primero como Triángulo y más tarde como Logia). Y a respirar los aires de una ciudad donde las calles no están desiertas, donde las paredes no son murallas de hielos grises que las olas de viento nunca lograron romper… Todo lo contrario: hoy nos sentimos maravillados… Salamanca, protectora de la memoria, es un territorio sin guardias que impidan la entrada a la ciudad a viejos herreros, curtidos picapedreros y románticos relojeros.

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